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¿Qué tan bueno es mi producto? Conoce cómo aprecian los clientes lo que vendes

Descubre si tu negocio vende un producto real o solo características. Aprende cómo destacar tus ventajas y atraer más clientes para emprendedores, pymes y empresarios.
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En el mundo empresarial, la creatividad y la innovación son motores clave del éxito. Sin embargo, muchos emprendedores, dueños de negocios y pymes enfrentan un desafío común: no tienen claridad sobre qué están vendiendo realmente. Y aunque suene sorprendente, esta confusión puede ser la razón por la que sus ventas no crecen al ritmo esperado.

 

Para que una empresa prospere, es fundamental tener claro qué se ofrece al mercado. A veces, incluso después de crear lo que consideras “la octava maravilla del mundo”, los clientes lo perciben como “uno más”. Esto sucede porque la propuesta de valor no está claramente definida. La pregunta clave que todo empresario debe responder es: ¿estás vendiendo un producto o solo una característica?

 

Cuando tu negocio lanza algo nuevo o perfecciona una solución existente, estás ofreciendo un producto real, algo por lo que las personas están dispuestas a pagar porque satisface una necesidad o un deseo. En cambio, si lo que ofreces es simplemente una mejora, un detalle adicional o una función destacada sobre lo ya existente, en realidad estás vendiendo una característica.

 

Esta diferencia es crucial. Si tus prospectos no logran percibir tu oferta como un producto con valor único, la verán como una opción más en el mercado. Y en ese escenario, terminarás compitiendo por precio, lo cual limita tus márgenes y tu crecimiento. Para evitarlo, tu estrategia debe enfocarse en resaltar los beneficios, ventajas competitivas y el valor agregado que hacen única a tu propuesta.

 

En los negocios, la clave no es solo crear, sino comunicar con claridad y convicción lo que hace especial tu producto o servicio. Tus clientes deben sentir que tomar la decisión de elegirte es inteligente y estratégica.

 

Entonces, la reflexión es sencilla pero poderosa: ¿ya sabes qué estás vendiendo realmente?

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